HAZ CLICK EN LA ETIQUETA MIGUEL SÁNCHEZ LAGRIETA Y ENTRA A VER LA NUEVA EXPOSICIÓN DEL ARTISTA EN AUSTRALIA...
DOS EXPOSICIONES EN DOS CONTINENTES, UN ARTISTA SIN FRONTERAS!
jueves, 13 de septiembre de 2012
lunes, 20 de agosto de 2012
EXPOSICIÓN COLECTIVA WTC MÉXICO
HAZ CLICK EN LA PESTAÑA (ARRIBA) MIGUEL SÁNCHEZ LAGRIETA, PARA ASISTIR A SU NUEVA EXPOSICIÓN Y CONSEGUIR UN BOLETO DOBLE PARA EL COCTEL DE INAUGURACIÓN EN EL RESTAURANTE BELLINI WTC MÉXICO.
lunes, 13 de agosto de 2012
jueves, 14 de junio de 2012
LOS ARTISTAS
"Los artistas son de las personas más dinámicas y llenas de valor sobre la faz de la Tierra. Tienen que lidiar con más rechazos en un año que lo que la mayoría de las personas en toda su vida. Cada día se enfrentan al reto financiero de vivir con trabajos temporales, con la falta de respeto de la gente que cree que deben obtener trabajos "reales", y su propio miedo a no volver a trabajar nunca más... Cada día tienen que ignorar la posibilidad de que esa visión a la que han dedicado toda su vida es un sueño muy lejano. Con cada año que pasa, muchos de ellos miran mientras las demás personas de su edad obtienen los valores de una vida normal -el coche, la familia, la casa, el nido...- Pero ellos se mantienen aferrados a su sueño sin importar los sacrificios. ¿Por qué? Porque los artistas están dispuestos a dar su vida entera a un momento -a aquella línea, risa, gesto, o a aquella interpretación que le robe el alma al público. Los artistas son seres que han probado el néctar de la vida en ese momento detenido en el tiempo, cuando entregaron su espíritu creativo y tocaron el corazón de alguien más. en ese instante, estuvieron más cerc de la magia y la perfección de lo que nadie jamás puede estar. Y en sus corazones saben que el dedicarse a ese momento vale mil vidas más."
David Ackert
David Ackert
miércoles, 30 de mayo de 2012
"Las piezas únicas están reservadas para los que creen que piensan, para los que asumen su poder porque tienen cómo pagarlo, los simios de abajo, sólo sirven para maquilar, sembrar y producir. El arte no es para ellos."
Una pieza única, como una huella digital, una
cadena de ADN, un ser complejo, un planeta, una mente. Sólo el ser humano se ha
visto tentado, últimamente, a crear piezas idénticas unas de otras, y sólo es
el ser humano quien se ha tragado, una vez más, la píldora de que lo igual es
lo mejor y lo que importa, lo que se debe tener.
La maquila ya no sólo procesa objetos, todos
idénticos unos de los otros por cada serie, además intenta maquilar seres
humanos. Seres que se reflejan en una de tantas pantallas, con quienes se
procura igualar una fisonomía, un color de cabello, un peinado, una talla, un estilo.
A propósito de estos seres llamados primero
“estrellas” y hoy “artistas”. ¿Artistas? Puede una persona vulgar, inculta,
desarraigada de su naturaleza y de su entorno, frívola, desinformada, llamarse
“artista”. Hoy, en este mundo de la comida rápida, el conocimiento rápido, la
cultura rápida, la vida rápida, los artistas son aquellos seres de la pantalla
que entretienen a quienes los observan, al mismo tiempo que los distraen de
esas cosas efímeras y sin valor, como la dignidad, el respeto por sí mismo, la
procura, el cuidado, el ser humano, porque, el comúnmente llamado sistema, que
no son sino los sujetos en el poder, los empresarios millonarios y sus títeres como
los medios masivos de comunicación o Hollywood, lo desean para inculcar, de manera amena y
divertida en la sociedad lo que les conviene, que obviamente no es ni la
dignidad, ni el autorrespeto, ni mucho menos el ser humano.
Hoy, se le llama “artista” a un títere de los
medios de comunicación, un ser hueco que es llenado a beneficio de quien le
paga. No tiene rostro, no tiene sentimientos, no tiene ideas, no tiene juicio.
Ojo, que no estamos hablando de los actores, que aunque pocos hay, se
distinguen de esta clase plástica y enajenante.
Esa gente de plástico es aplaudida, su
“trabajo” es reconocido por las mentes blandas que se han dormido hasta el
punto del coma, sin embargo, un verdadero artista es considerado, por estos
mismos seres durmientes, como un flojo, que no trabaja, un loco que no quiere
un carro último modelo, igual a miles que se maquilaron, o ropa de marca, igual
a millones que se maquilan a diario, que no quiere “ser alguien en la vida”
porque lo es desde el momento en que su mente se abrió con el primer estallido
de luz en sus ojos y el primer llanto que llenó de aliento sus pulmones.
¿Dónde está el arte entonces? Su espacio ha
sido bien resguardado por aquellos que pueden pagarlo, que han subido sus
precios excesivamente para que nadie pueda acceder a ella, nos han convencido
de que no somos suficientemente humanos para ella. Así que tú, que no tienes
dinero para pagarla, aléjate de ella, el arte le pertenece a unos pocos.
Si bien es cierto, el arte siempre ha tendido
a ser usada por aquellos que pueden pagarla para su conveniencia, de ahí su
precio, su altísimo precio, sólo quienes pueden pagar miles o millones por una
pieza, pueden apreciarla. Nos han convencido de que sólo son ellos quienes
saben apreciarla, ¿para qué? Para mantener el control, porque el arte es, en
todas sus modalidades, aquello que sublima, horroriza o causa euforia, pero
hace trabajar esa masa tan olvidada y tan mal entendida que se encuentra dentro
de nuestros cráneos.
El arte da como resultado piezas únicas, únicas
como una huella digital o una cadena de ADN que ya a nadie impresiona, o al
menos no tanto como una de las miles de chamarras fabricadas por nike, o los
millones de zapatos maquilados por puma.
Las piezas únicas están reservadas para los
que creen que piensan, para los que asumen su poder porque tienen cómo pagarlo,
los simios de abajo, sólo sirven para maquilar, sembrar y producir. El arte no
es para ellos.
Entonces, ¿en qué se ha convertido el arte?
Porqué un ser que produce desde sus profundas emociones, con sus manos, pieza
por pieza un objeto, es llamado “artesano”. Como los huicholes, que hoy por
causas terribles están tan de moda. El huichol o wixarica, realiza piezas únicas
cada vez, no hay dos iguales, pero las vende en precios ridículos, excepto
aquellos que dejan de ser “artesanos” para convertirse en artistas,
denominación siempre asignada por un mecenas que los descubre, a veces, o a
veces luchando, ellos u otros, hasta el agotamiento por darlos a conocer. Cuando
cualquier artista lo logra, o cuando de un día para el otro es llevado a la
cima del mundo, aunque trabaje con la misma calidad que cualquier otro,
entonces, ya son artistas, no porque lo hayan sido siempre, sino porque alguien
lo designó así, como tocados por una varita mágica.
El arte, se ha convertido, igual que la
comida, en un proceso rápido en muchos de los casos, aunque los grandes
maestros del arte, sea cual sea su manifestación, siempre pasarán a la
historia; pero su alcance es corto y se limita a los pudientes. ¿Quién de nosotros
puede pagar un Van Gogh? Es más ¿Quién de nosotros puede pagar una exposición
no gratuita de Van Gogh? Y sin embargo, algunos sabemos que el Maestro murió en
la pobreza, luchó contra ella toda su vida y hoy sus cuadros cuestan millones
de dólares, que ni él vio jamás y ningún artista no reconocido ha visto nunca.
Hoy un tiburón efímero en cloroformo cuesta
12 millones de dólares y hay miles de verdaderos artistas que viven en la
miseria, desde quienes hacen piezas únicas en una aldea remota en África, hasta
quienes lo hacen en una ciudad de infinitos pasajes sobre un trozo de madera,
una hoja de papel, un pentagrama o un lienzo.
¿Dónde están las piezas únicas? Aquello que se
tiene como individuo, cuando el ya mencionado “sistema”, te vende la idea de
que tienes que ser único, original, auténtico, comprando aquello que poseen
otros cien millones de personas. Todas las mujeres de la actualidad quieren ser
rubias, flacas, con grandes senos alzados, para hacerse el mismo peinado y
vestir el mismo look. Todas quieren la misma bolsa, el mismo collar, los mismos
aretes. Todos los varones quieren el mismo atractivo, el mismo cuerpo, el mismo
cabello, el mismo tamaño, para comprarse el mismo auto, la misma ropa, el mismo
yate, tener la misma actitud. Y si todos lograran esa proeza, ¿qué ganaríamos?
¿O acaso lo importante es que haya algo “arriba” de uno para desearlo
permanentemente sabiendo que la cima nunca nadie la alcanzará?
Dónde está la individualidad entonces, dónde
está el “yo soy”.
Hoy una pieza única tiene un sentido para la
dominación, tener una pieza única me conviene si es de alguien famoso, porque
así obtendré poder sobre aquellos que no pueden pagarla. Pensar de esta manera
nos lleva a ser presa de todos aquellos que pueden pagar más y obtener piezas
que los coloquen en mayor estatus.
Sin embargo esto no tiene lógica para quienes
queremos ser humanos, humanos de raíz y de razón. El arte nació de un
sentimiento, del deseo de plasmar algo propio en un objeto o una pared, el
deseo de creación. ¿Qué ha sucedido entonces con esas piezas únicas que nos
proporcionan individualidad? Esa vasija decorada por el mismo sujeto que la
usará, a la cual le fueron agregando detalles, más y más distintivos con el
tiempo, esa que no se parece a la de la vecina, porque es mía, porque yo la
elegí de entre muchas y ésta me pareció la mejor. Ese collar que en una tribu
hace a una persona destacar entre otras por los colores. ¿Qué hay de esas
flechas que eran cantadas por los aztecas mientras se tallaban y se armaban?
Algunas tribus, contemporáneas o antiguas,
creían que cuando alguien tallaba un objeto, o lo fabricaba, parte de su alma,
de su espíritu se quedaba en la pieza generando un espíritu nuevo, las cosas
entonces poseían alma, incluso la comida. Hoy, estaríamos comiendo comida sin
alma, porque todo es fabricado por una máquina pobre poseedora de nada parecido
a un alma. Desde éste punto de vista, ninguna de las cosas que poseemos, que
vestimos, posee un alma, salvo por aquello que obtuvimos o que poseemos que está
hecho a manos de personas.
Entonces ¿porqué preferir lo convencional,
fabricado en maquila? Qué hay de un objeto que al ser único puedo integrarle mi
propia individualidad, porque es mío más allá de la posesión física, lo hago
mío porque no hay otro igual, porque lo elegí de entre diferentes, no fue una
elección de talla o color entre miles iguales.
Un objeto único te llama, te seduce, te
inspira. En él colocas grandes cosas, dependiendo su tipo. Pueden ser físicas o
morales, ya sea un cuadro, una escultura, un objeto de uso cotidiano. Por ello
las piezas únicas no tienen porqué ser inalcanzables, ni pertenecer a una
delgada capa de la sociedad que sólo las quiere para darse un mayor estatus.
Todos somos merecedores de algo único. Una pieza única invaluable siempre,
aunque hoy se haya vuelto desechable, es y será el ser humano.
lunes, 28 de mayo de 2012
Pies de caracol
Fotografía de Miguel Sanchez Lagrieta.
Todos los derechos reservados
Pies de caracol
Andar ciego, en caminos de agua
sombra de rumbos infinitos
recorro un caracol vacío
emerjo en sonido de ave
sumergido en el desaliento.
Ecos marchitos navegan la luz del
horizonte.
Yacimientos de carne humana
flotan en una nata espesa,
son rencores añejos, son semilla de infinito.
Qué muda es la libertad cuando no te habla el viento,
la ingravidez
de pensar,
y qué inservibles las manos creadoras cuando no dan
sustento.
Salen insectos por mis lagrimales.
Este poema pertenece a En tinta del corazón
Todos los derechos reservados
Snail Feet belongs to En tinta del corazón
All rights reserved
Snail feet
Walking blind, over water roads
Infinity directions shadows
I roam into an empty snail
I surface on a bird
sound
Dived within dejection.
Sere echoes sail the horizon
light.
Human flesh deposits
float over a heavy fog,
there are stale grudges, are
infinite seeds.
If the breeze is not taking
to you, the independence becomes voiceless,
the weightlessness of pondering,
and the artist hands are
useless when they don’t give livelihood.
Are insects instead of tears
that I cry.
lunes, 21 de mayo de 2012
QUIÉNES SOMOS
En Tinta del Corazón surge como un grupo reflexivo, que utiliza este espacio para hacer análisis social a partir de la obra del pintor Miguel Sanchez Lagrieta, cuyo trabajo invita a la meditación y a la crítica de una sociedad cada día más enajenada y enferma.
Al mismo tiempo, el equipo trabaja sus propios poemas, narraciones, cuentos, crónicas, mismas que, a veces resultan de la obra del pintor, a veces surgen de reflexiones personales de sus miembros.
De esta manera En Tinta del Corazón coloca imágenes en las palabras y palabras en las imágenes, haciendo visible que el arte no sólo es una reflexión estética, sino una reflexión humana.
Invitamos a la comunidad a reflexionar, criticar, meditar, respecto a los problemas generales que aquejan nuestra vida, emociones, seguridad, futuro y todo aquello que la sociedad viene a trastocar.
Participa con nosotros en la tinta virtual de esta pantalla con todo aquello que surja de tu propia tinta...
Al mismo tiempo, el equipo trabaja sus propios poemas, narraciones, cuentos, crónicas, mismas que, a veces resultan de la obra del pintor, a veces surgen de reflexiones personales de sus miembros.
De esta manera En Tinta del Corazón coloca imágenes en las palabras y palabras en las imágenes, haciendo visible que el arte no sólo es una reflexión estética, sino una reflexión humana.
Invitamos a la comunidad a reflexionar, criticar, meditar, respecto a los problemas generales que aquejan nuestra vida, emociones, seguridad, futuro y todo aquello que la sociedad viene a trastocar.
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